El derecho penal se ocupa de definir los comportamientos contrarios al orden social y determinar la forma en la que dichos comportamientos se castigan. Por tanto, un abogado penalista se encargará de velar por los intereses de los litigantes que participan en un juicio penal. Tanto si eres el autor como la víctima de un delito penal, necesitarás la asistencia de un abogado especializado en derecho penal.
Existen diferentes tipos de abogados según su especialización. El abogado penalista se ocupa de los casos penales, el abogado civil se encarga de los asuntos civiles, el abogado fiscal es experto en cuestiones relacionadas con los impuestos y el abogado laboralista o mercantil se centra en los asuntos relacionados con el trabajo.
En este artículo, desde Abogados Tenerife te contamos qué es exactamente un abogado penalista y cuáles son sus principales funciones.
¿Qué es un abogado penalista?
En primer lugar, debemos entender qué es el derecho penal. El derecho penal tiene como característica principal la presencia del delito. Es decir, terminológicamente es un error referirse a un delito o una infracción penal, ya que cuando se habla de delito, este solo puede ser penal. La ley actual no contempla otro tipo de delito que no sea penal.
Por su parte, un abogado es un jurista cuya función es asesorar, representar, asistir y defender a un individuo o empresa ante los tribunales, haciendo valer sus derechos. Como hemos visto, los abogados pueden especializarse en diversas ramas del derecho. En el caso de los abogados penales, son profesionales especializados en casos penales y las materias en las que intervienen son los delitos y las faltas.
En contra de la creencia popular, el abogado penalista no solo defiende al presunto autor de un delito, sino que también pueden defender los intereses de la víctima.
Las infracciones más graves se castigan con penas de prisión o multas cuantiosas, mientras que las más leves se castigan con un arresto o una multa menor. Las infracciones castigadas con sanciones más leves se denominan faltas, mientras que los delitos son aquellas conductas que el ordenamiento jurídico decide castigar con una sanción que, en derecho penal, se conoce como pena.
Diferencia con un abogado civil
A diferencia del abogado penal, el abogado civil es el profesional que se ocupa de los litigios y problemas relacionados con el derecho civil y patrimonial, como las indemnizaciones, el derecho de familia, el derecho contractual y el derecho de sucesiones.
Las causas civiles no implican en ningún caso penas de prisión, como sí hacen las causas penales, sino que suelen castigarse con sanciones económicas.
¿Qué hace un abogado penalista?
En el ejercicio de sus funciones, el abogado penal asesora a su cliente sobre el procedimiento necesario para llevar su caso. Como profesional, no juzgará la culpabilidad o inocencia de su cliente, simplemente le asesorará y defenderá sus intereses.
Antes del juicio, el abogado preparará el expediente del cliente y redactará los documentos necesarios. Posteriormente, durante el juicio, el abogado penalista defenderá los intereses de su cliente ante la parte contraria, el jurado y el juez. Para ello, realizará diversas intervenciones y hará un alegato final.
Si el abogado penal defiende a la víctima de un delito, su objetivo será obtener justicia y también una indemnización por el perjuicio sufrido. Si, por el contrario, interviene en nombre del presunto autor, su tarea será evitar que su cliente sea condenado; si no es posible, intentará obtener una sentencia más leve, por ejemplo, proponiendo alternativas a la pena de prisión.
Son muchos los delitos de los que puede ocuparse un abogado penalista. Los más comunes suelen estar relacionados con la malversación de fondos, blanqueo de capitales, robos, asesinatos, extorsiones y secuestros, agresiones, malos tratos, violencia en el ámbito familiar, agresiones sexuales, accidentes de tráfico, bulling, acoso por internet, etc.
¿Cuáles son las cualidades de un abogado penalista?
Para ser bueno en su trabajo, un abogado penal debe poseer ciertas cualidades. La más importante es tener un perfecto dominio del Código Penal. Además, debe saber aprovechar los medios legales a su disposición para defender los intereses de su cliente. Así, este profesional debe saber cómo influir en el procedimiento solicitando, por ejemplo, la comparecencia de testigos, dictámenes periciales o investigaciones adicionales.
El abogado también debe tener ciertas habilidades personales. Debe sentirse cómodo hablando y escribiendo y tener un buen sentido de la síntesis. Asimismo, debe comunicar con seguridad y decisión y ser capaz de transmitir al juez o jurado su visión de los hechos.
Por su parte, la naturaleza de los casos que trata el abogado penalista le exige un alto grado de autocontrol. El sentido de la responsabilidad, la discreción y la honestidad son también cualidades que debe poseer.