Hacer un testamento es un acto de responsabilidad que te permitirá hacer un mejor uso de tus bienes, ya sean grandes o pequeños. No obstante, es algo que no forma parte de nuestra cultura, ya que está estrechamente asociado a la idea de la muerte.
Muchas personas piensan que solo debe hacerse un testamento a una edad avanzada, pero hacerlo cuando eres más joven puede resolver muchos problemas. Hacer un testamento no solo asegura el mejor destino para tu dinero o bienes materiales, sino que, sobre todo, protege a tus familiares y seres queridos.
Además, no solo las personas que tienen un gran patrimonio deben preocuparse de hacer un testamento, sino que todos deberíamos pensar en ello aunque no dispongamos de una gran fortuna. ¿Por qué dejar que sea la legislación la que decida cómo se van a utilizar nuestros bienes en un futuro cuando podemos decidirlo nosotros mismos?
En este artículo, desde Abogados Tenerife te explicamos algunos aspectos sobre los testamentos que te convencerán de su importancia.
Tipos de testamento común
Hay tres tipos de testamentos comunes en España, que son:
- Testamento ológrafo: Es aquel que está escrito a mano por el testador (la persona que escribe el testamento), con su correspondiente fecha y firma. Puede escribirse en cualquier hoja de papel y será conservado por el testador o entregado a una persona de su confianza. Tiene la ventaja de ser gratuito, puesto que puedes elaborarlo tú mismo sin un notario presente, pero puede perderse o destruirse con mayor facilidad que otros, por lo que no es el método más seguro.
- Testamento público o abierto: Este tipo de testamento es redactado por un notario según la voluntad del testador y en presencia de dos testigos. Es el tipo de testamento más frecuente y tiene un mayor valor legal que el anterior, al ser redactado por un funcionario público capacitado para ello. Al requerir la intervención de un notario, hay que pagarlo, pero proporciona una mayor garantía de conservación.
- Testamento secreto o cerrado: En este caso, el testamento también es redactado por el testador (no necesariamente a mano), que posteriormente lo entrega al notario. Es secreto porque el notario no conoce su contenido y lo guarda hasta la muerte del testador, cuando llama a los herederos para abrirlo.
En cualquier caso, el último testamento redactado por orden de tiempo es válido y un testamento ológrafo puede sustituir a un testamento público si es más reciente.
¿Cómo hacer un testamento ológrafo válido?
Dado que el testamento ológrafo es el único en el que no interviene un notario, es conveniente tener claro cómo redactarlo para que sea legalmente válido.
- El testamento ológrafo debe estar escrito a mano por el testador. Si está escrito en máquina de escribir o impreso de un ordenador, aunque esté firmado y fechado, se considerará nulo.
- El documento debe estar firmado por el testador al final de las disposiciones. Si no lo está, el testamento será sin duda nulo.
- El testamento debe estar fechado incluyendo el día, el mes y el año, también a mano. La jurisprudencia establece que si la fecha no está escrita de puño y letra por el testador, el testamento ológrafo será nulo.
- El testador debe ser mayor de edad.
¿Qué parte del testamento puedo dejar a quien quiera?
El patrimonio se compone de una parte disponible, es decir, la parte que el testador puede decidir dejar a quien quiera, y una parte no disponible o reservada, es decir, la parte de los bienes que están reservados por la ley a determinadas personas.
La legislación española prevé expresamente que, si una persona que fallece deja cónyuge y/o parientes supervivientes, se les reserva obligatoriamente una parte de la herencia. La variación de la cuota reservada como cuota indisponible o legítima depende del grado de parentesco de los llamados legitimarios con el testador.
Además, las disposiciones contenidas en un testamento que sean perjudiciales para la parte legítima serán “reducibles”. De ello se desprende que quien haya recibido más de lo que el testador pudo asignarle, deberá devolver el exceso.
Por otra parte, si la persona que fallece no tiene herederos y no ha hecho testamento, la herencia pasará al Estado.
¿Por qué hacer un testamento?
En resumen, son muchas las razones por las que es beneficioso hacer un testamento. Algunas de ellas son:
- Podrás decidir por ti mismo qué ocurrirá con tu patrimonio en el futuro.
- Podrás dividir tus bienes para evitar disputas entre tus herederos.
- Podrás favorecer a un heredero en detrimento de los demás si lo consideras.
Si necesitas ayuda con cualquier cuestión relativa a testamentos o herencias, en Abogados Tenerife podemos ayudarte.