¿Qué derechos tengo si me divorcio y mi pareja no tiene trabajo?

Si tu y tu pareja estáis a punto de separaros. Aunque todavía no hayáis hablado oficialmente de ello quizá empieza a pensar en las consecuencias financieras que puede tener esta elección. Esto se debe a que, a diferencia de tu pareja, tu tienes trabajo y tu pareja no.

En definitiva, por decirlo claramente, tu principal preocupación en estos momentos es quedarte en la cuerda floja por la pensión de alimentos que podría pedirte o, en su defecto, el juez podría obligarte a pagar. Así que debes informarte sobre las consecuencias de la separación. ¿Cuáles son las normas y cómo se calcula la pensión alimenticia que se debe pagar?

Pero antes de nada debemos saber que los jueces del Tribunal Supremo han creado esencialmente una clara distinción entre separación y divorcio: una distinción que antes no existía, al menos en lo que se refiere a las normas para determinar la pensión de alimentos. Hoy en día, los criterios que el juez debe utilizar para cuantificar la cantidad a pagar al ex cónyuge cambian radicalmente según se trate de la fase de separación o de la posterior de divorcio.

Desde Abogados Tenerife os contamos el proceso.

Separación y divorcio: las diferencias

Ya sabes con seguridad que no puedes divorciarte si no te separas antes. A continuación, debe transcurrir un tiempo mínimo desde la separación hasta el divorcio. El plazo no comienza a partir de la sentencia, sino de la primera audiencia en la que usted intentó llegar a un acuerdo ante el Presidente del Tribunal.

Dicho esto, el Tribunal Supremo español ha distinguido claramente entre lo que debe pagarse de pensión alimenticia tras la separación y lo que se debe pagar tras el divorcio. Ya podemos decir que esta última es más baja. Por lo tanto, el ex-cónyuge, aunque en la separación puede esperar recibir una suma elevada, esta expectativa debe bajar con el divorcio. Esta es la razón:

La pensión de alimentos (es decir, la que se debe pagar después de la separación) tiene por objeto preservar en el cónyuge con menores ingresos el «mismo nivel de vida» que tenía durante el matrimonio; significa que si la esposa o esposo podía permitirse ciertas compras, tendrá que poder hacerlo también después (teniendo en cuenta, sin embargo, los mayores gastos que también tendrá). En conjunto, significa que el salario más alto pierde una parte importante (entre un tercio y la mitad). Esto significa que cuanto mayores sean los ingresos de uno de los dos cónyuges, mayor será la pensión alimenticia;

En cambio, la pensión de divorcio (es decir, la que se debe pagar después del divorcio) tiene como objetivo garantizar al cónyuge con los ingresos más bajos únicamente la autosuficiencia económica, es decir, la posibilidad de mantenerse por sí mismo, independientemente de la cuantía del salario de su ex. Por ejemplo, si en una ciudad mediana se puede vivir con mil euros al mes, tal será la manutención de la mujer o el hombre desempleado aunque su “pareja” gane varias decenas de miles.

Sin embargo, sigue siendo necesario tener en cuenta la contribución que ha dado al patrimonio de la familia: si él o ella, ha renunciado a trabajar, se ha dedicado a la casa y a los hijos, permitiendo a la pareja hacer carrera, le corresponderá una prestación ciertamente superior a la simple «supervivencia»; y ello precisamente porque la otra parte se ha aprovechado, durante todos los años de convivencia, del trabajo doméstico.

Ex que no trabaja: ¿Cuál es la pensión alimenticia que le corresponde?

En ambos casos, es decir, en la separación y en el divorcio, el juez tiene en cuenta la edad, su estado de salud y las razones por las que puede estar sin ingresos. Por último, también se tiene en cuenta la duración del matrimonio (cuanto más largo sea, más se habrá confiado en una posición económica estable para el futuro). Una persona joven, todavía con edad suficiente para encontrar un trabajo, tiene derecho a una pensión de alimentos menor que una persona de edad avanzada, ahora incapaz de emplearse y, probablemente, se le negará por completo la pensión de divorcio.

En esencia, suponiendo una situación con la parte trabajadora y la persona sin trabajo, la cuestión sobre la cuantía de la pensión alimenticia puede resumirse así:

Cuanto más joven sea la persona desempleada y más capaz sea de trabajar (por su formación o experiencia previa), menor será la cuantía de la pensión alimenticia a la que tenga derecho; entonces es muy probable que se le deniegue totalmente la paga de divorcio, a menos que pueda demostrar que ha hecho todo lo posible por encontrar un empleo y no lo ha conseguido;

Cuanto más se acerque la persona a los cincuenta años, mayores serán las posibilidades de obtener una pensión alimenticia o de divorcio elevada si puede demostrar que la elección de ser la persona encargada de la casa y no trabajar fue compartida con su pareja durante el matrimonio.

Si la parte trabajadora quisiera ganar y evitar el pago de una elevada pensión alimenticia a su ex, que durante muchos años, se ha encargado de las tareas domésticas, tendría que demostrar que la decisión de no trabajar es imputable sólo a esa parte y que no fue una elección acordada de antemano.

Esperamos que te haya servido esta información, si te encuentras en esta difícil situación, desde Abogados de Tenerife estaremos encantados de ayudarte y solucionar tu situación de la mejor manera posible, ¡contacta con nosotros!