En Abogados Tenerife somos expertos en el área mercantil y podemos ayudarte en la constitución y actividad comercial de tu negocio. ¿Estás pensando en crear una sociedad?. Te contamos qué tipos de sociedades mercantiles existen para que encuentres la que mejor se adapte a tu empresa.
Sociedad mercantil: ¿Qué es?
Se trata de una fórmula societaria quese desglosa en otras grandes tipologías y que representan una alternativa al empresario individual ya que permite la asociación entre varios empresarios.
Eso sí, cada fórmula tiene unos criterios diferentes en cuanto al número de socios, patrimonio a aportar, beneficios recibidos y responsabilidades entre otros derechos y obligaciones.
Por ello, es importante conocer las características de cada uno de los tipos de sociedades mercantiles para conocer cuál es la que más le conviene a tu negocio.
Sociedad limitada.
Se trata de una fórmula societaria más utilizada en España, puede ser debido a su rápida formación, limitación en la responsabilidad y el pequeño capital exigido.
En concreto una sociedad limitada puede estar formada por un único socio y un pequeño capital de 3000€, el cual será desembolsado en su totalidad en el momento de la formación.
Además, los socios, solo responderán ante las deudas con el capital aportado, siendo su responsabilidad limitada.
Otra de sus principales ventajas o inconvenientes según se mire, es que el capital, dividido en participaciones se transmite en primer lugar a los socios. Es decir, esto representa una ventaja si queremos limitar el acceso a este tipo de sociedades, pero es un hándicap, ya que resulta más complicado atraer un alto número de inversores.
Sociedad anónima.
En este caso, estamos hablando de uno de los tipos de sociedades más complejos de formar, aunque es la segunda fórmula elegida por empresarios españoles.
En este caso el capital exigido mínimo es de 60.000 euros, el cual se dividirá en acciones. Una ventaja es que tan solo se desembolsará en un inicio el 25%, mientras que el capital restante se abonará en los 5 años siguientes.
Al igual que en las sociedades limitadas, tan solo es necesario un socio fundador y la responsabilidad es limitada, por lo que no se responde con el patrimonio personal.
Por último, decir que la principal desventaja es que los trámites pueden llevar más tiempo que en una limitada, pero las acciones son fácilmente transferibles ya que en las sociedades anónimas, los socios no tienen preferencia de adquisición.
Sociedades colectivas.
El tercero de los tipos de sociedades mercantiles del que os vamos a hablar, son las sociedades colectivas. Son de carácter especial puesto que para su formación, deben de ser socios que trabajen en la propia empresa de manera directa e intervienen en la gestión.
Entre sus ventajas, destacan que no existe un capital mínimo y que se puede restringir el acceso a la misma.
Ahora bien, en cuanto al número de socios necesarios para su formación es de dos y además la responsabilidad es ilimitada. Este es el principal inconveniente ya que en las sociedades colectivas, los socios responderán de manera personal y solidaria ante las deudas con su patrimonio personal.
Sociedades laborales.
Las hay anónimas y limitadas y su capital mínimo será el mismo que en las S.L y S.A tradicionales.
A pesar de ello, encontramos puntos diferenciadores, por ejemplo, en las sociedades laborales serán los trabajadores quienes sean propietarios de al menos el 51 % del capital. Estos a su vez, no podrán tener más de 1/3 del capital por cabeza, y deberán prestar servicios de manera directa a dicha empresa.
Por último a diferencia de los tipos de sociedades anónima y limitada, para constituir una Sociedad laboral, se exige un mínimo de tres socios.
Sociedad comanditaria.
Muy similar a la tipología anterior, pero con la diferencia de que está permitido que parte de los socios no tienen que ser gestores dentro de la misma.
Por esta razón podremos distinguir entre socios comanditarios y colectivos. Los primeros que no participan en la gestión y cuentan con responsabilidad limitado, mientras que los segundos se encargan de la gestión de la sociedad y deberán responder ilimitadamente frente a las deudas con su patrimonio personal.
Su capital se dividirá en acciones, pudiendo atraer inversores de manera sencilla y no se exigirá un mínimo para su formación.
Como ves, puedes encontrar diferentes tipos de sociedades que pueden encajar con las necesidades de tu futura empresa, o que te pueden ayudar a enfrentarte a grandes cambios en las condiciones de tu empresa. Encontrarás más información en el Código de Comercio sobre los requisitos para la puesta en marcha de todo tipo de sociedades mercantiles.
Si tienes más dudas, no esperes más y ponte en contacto con nosotros para que podamos asesorarte de manera personalizada sobre derecho mercantil y los tipos de sociedades.