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Conocimientos complementarios que todo abogado debe tener

Es cierto que hay una tendencia a pensar en el profesional (no sólo en derecho, sino también de otras áreas) como un experto. La necesidad de especialización, sin embargo, no cambia la importancia de ser multidisciplinario. Tener conocimientos en diversas áreas es cada vez más necesario y valorado en el mercado cuando se trata de cualificaciones profesionales.

En este contexto, el abogado moderno no se puede cerrar dentro del mundo jurídico: es saludable e incluso recomendable la relación con otras ramas de conocimiento. Algunos conocimientos adicionales que debe tener un abogado son:

  • Marketing Jurídico. Sabemos que la ley es un servicio público esencial, y no una mercancía. El marketing jurídico es una herramienta que ayuda a que el abogado pueda adquirir nuevos clientes. El abogado que da a conocer su actividad, y que permite que los ciudadanos tengan acceso a su información destaca sobre el resto. En esta disciplina existen cierto tipo de reglas que establecen límites, y que un buen abogado debe conocer, las cuales deben ser vistas no como una limitación sino como una medida de protección
  • Dominio informático. Hoy en día hay programas informáticos que registran el progreso de un procedimiento, envían notificaciones importantes y mantienen una base de datos con clientes activos.Tener habilidades informáticas ha facilitado en gran medida la gestión de las reclamaciones y la relación con los clientes. La gran novedad, sin embargo, es el proceso electrónico que ya es una realidad en muchos tribunales. Por todo ello, saber desenvolverse digitalmente te capacitará y orientará en el mundo de la abogacía.
  • Gestión del conocimiento. Para el joven abogado que desea establecerse en el mercado de una manera competitiva es fundamental tener habilidades de liderazgo, saber cómo tratar con la gente y tener la visión comercial que un negocio necesita, una gestión eficiente en todos los sectores te diferenciará.El trato con los clientes es un instrumento que puede hacer la diferencia tanto para el abogado que trabaja en solitario como para un gran bufete.

En definitiva, los conocimientos básicos de otras áreas sirven para ayudar y no obstaculizar, por lo que es importante perder el miedo o incluso el prejuicio que nos impide tener una formación más completa

 

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